Yakarta (ANTARA) – Recortar las transferencias a las regiones (TKD) es una fuerte señal de que la dependencia del presupuesto central ya no puede ser un patrón de desarrollo duradero.
Los gobiernos de regencia también se enfrentan a una prueba de independencia al seguir buscando formas de desarrollar la economía local, cuando su maquinaria fiscal se ve obstaculizada.
En una situación como ésta, la pregunta que debería resonar ya no es «¿cuál es el presupuesto de este año?», sino «¿qué se puede producir y comercializar entre la gente?».
El lanzamiento de la nueva dirección de Apkasi Otonomi Expo (AOE) 2026 en ICE BSD, el viernes 21 de noviembre de 2025, confirma que la estrategia económica regional está pasando de la ceremonia a la transacción, de la exposición al mercado, del lema a la implementación.
El director ejecutivo de la Asociación de Gobiernos Regentes de Toda Indonesia (Apkasi), Sarman Simanjorang, transmitió un mensaje que debería haber sido una conciencia común durante mucho tiempo, a saber, el mandato del artículo 33 de la Constitución de 1945 sobre la mayor prosperidad del pueblo, que no debería ser simplemente una cita en un discurso.
Este concepto debe traducirse en valentía regional para luchar por sus productos superiores, para que sean verdaderamente valiosos en el mercado. «Aunque la situación fiscal de la mayoría de las regiones no es buena, el aumento de la competitividad regional no debe detenerse», afirmó.
Si no actuamos ahora, los recortes presupuestarios no sólo reducirán el espacio político, sino que también reducirán el futuro de los ciudadanos.
Esta nueva narrativa está en línea con el llamado del presidente Prabowo Subianto en AOE 2026, que pidió a los jefes regionales que nunca retrocedieran en los esfuerzos para fortalecer la economía local.
Un crecimiento que sólo está en el papel no salvará a los agricultores de precios reducidos, a los pescadores de largas cadenas ni a las mipymes de mercados que no brindan acceso.
Desarrollar una economía regional significa garantizar que las personas sean los primeros beneficiarios, no los espectadores. Es en este punto que el foro de comercio interregional se convierte en la idea más progresista del AOE 2026.
El director del proyecto AOE 2026, Syaifuddin Chaidir, explicó que este foro fue diseñado para reunir la oferta y la demanda entre regiones.
No es un concepto grandioso, en realidad es simple: cuando una región tiene un excedente de productos agrícolas, otras regiones lo necesitan, entonces ¿por qué se permite que sigan dominando las importaciones? Esta pregunta debería despertar la conciencia política.
Indonesia suele aparecer como un país ocupado en llegar al mercado global, pero que descuida el potencial de su propio mercado interno. Es irónico que productos que abundan en un distrito, en realidad ingresen a otros distritos a través de rutas de importación.
La desigualdad de información, la mala conectividad comercial y la ausencia de sinergia entre regiones significan que se desperdician oportunidades económicas.
Si este foro funciona exitosamente como cámara de compensación nivel nacional para la cadena de suministro, entonces esta podría ser la corrección estructural más obvia para la economía regional del país.
Salto lógico
El Ministerio del Interior (Kemendagri) ve esta dirección como un salto lógico hacia la igualación de la economía nacional.
El analista experto intermedio de políticas de la Dirección General de Autonomía Regional del Ministerio del Interior, Yasoaro Zai, dijo que el fortalecimiento de la promoción de productos superiores, la eficiencia de la cadena de suministro y la formación de asociaciones sostenibles son los impactos esperados a largo plazo. En otras palabras, lo que queremos lograr no es una multitudinaria ceremonia de tres días, sino resultados que duren años.
Desde el punto de vista de la implementación sobre el terreno, la experiencia de Sukabumi Regency confirma esta opinión. El jefe del DPMPTSP, Sukabumi Dede Rukaya, afirmó que una agenda como esta es un espacio para intercambiar estrategias para aumentar la competitividad regional, no solo un lugar para asistir y salir con folletos.
El testimonio es importante, porque algunas regiones todavía tratan los foros de colaboración económica como meras formalidades de relaciones públicas.
Las opiniones de los actores de la industria no son menos firmes. Joe Kurniawan, de Formcase Industries, recordó que ampliar el mercado interno es la forma más básica de soberanía económica para garantizar que los productos indonesios no sean inferiores en su propio país. Esta es una afirmación que parece simple, pero que a menudo se olvida en la práctica diaria del desarrollo.
En resumen, la esencia de esta nueva dirección es la reestructuración de las relaciones económicas nacionales, desde las fases iniciales hasta las finales, desde la producción hasta las transacciones.
El éxito de esta estrategia no es cuestión de que un foro pueda resolverlo todo. Todavía hay una serie de tareas que deben completarse a nivel regional, incluida la cuestión de la estandarización de la calidad. A los productos regionales superiores a menudo les resulta difícil penetrar en el mercado, no porque no sean sabrosos o no sean buenos, sino porque no tienen estándares consistentes. Sin una calidad mensurable, las transacciones son sólo promesas.
Luego, abra los datos de productos básicos. Muchas áreas no saben exactamente cuánto ganan y otras áreas no saben dónde comprar. La transparencia de los datos es un requisito previo para el comercio moderno.
Aparte de eso, las licencias y el ecosistema empresarial. Si los empresarios locales siguen tropezando con trámites burocráticos para obtener la legalidad empresarial, entonces la jerga del aumento de la inversión se limitará sólo a los carteles de socialización.
Otra cosa es ponerse del lado de las comunidades locales. La inversión sólo será un monumento, sin sentido, si no crea empleos, aumenta los ingresos y fortalece la posición de los productores regionales en la cadena de valor.
Madurez de autonomía
El AOE 2026 se entiende más exactamente como un impulso para poner a prueba la madurez de la autonomía económica regional. ¿Se atreven las regiones a asumir un papel más importante como actores del desarrollo, y no sólo como receptoras de asignaciones presupuestarias anuales?
Esta transformación requiere un cambio en la forma en que los líderes distritales ven su potencial. En el pasado, muchas políticas económicas regionales se centraban en la construcción de edificios, la impresión de folletos o la celebración de eventos anuales.
Ahora, los resultados finales deben ser mensurables: cuántos contratos comerciales se concretan, cuántas MIPYMES se promueven y cuántos ciudadanos obtienen mejores ingresos.
En una era de turbulencia económica global, la independencia regional no es una segunda opción, sino una condición de seguridad.
Si las regiones son capaces de mantenerse gracias a la fortaleza de sus propios productos básicos, Indonesia como unidad económica será más resistente a las crisis externas.
El camino hacia una prosperidad más equitativa comienza con las decisiones más simples: comprar a compatriotas, sinergizar fuerzas en todo el espacio y cerrar las fugas económicas de importaciones innecesarias.
Cuando se hace de manera sistemática, la autonomía económica encuentra significado y la gente ve cambios en su vida diaria.
Desde el lanzamiento de esta dirección, el mensaje principal es claro: el desarrollo económico ya no es una cuestión de esperar a que se desembolsen los fondos.
Ahora es el momento de que las regiones vendan lo que tienen, vinculen los mercados y garanticen que el crecimiento no se detenga como una cifra en un informe anual, sino que aparezca como una prosperidad real en la mesa de cada familia indonesia.
Además, la historia económica regional registrará si este impulso fue aprovechado o dejado pasar.

