Vías fluviales hacia la independencia alimentaria

Mataram (ANTARA) – Muchas mañanas, en los centros agrícolas de este país, el sonido de las máquinas de bombeo suele oírse más fuerte que el gorgoteo del agua que debería fluir tranquilamente en los canales de riego.

Los agricultores caminan a lo largo de los terraplenes, calibrando el destino de sus cultivos a partir de arroyos que no siempre son fieles.

En varios puntos, la red de riego construida hace décadas está empezando a volverse frágil. Algunas son poco profundas y están llenas de sedimentos, otras tienen fugas de modo que el agua desaparece antes de llegar a los arrozales río abajo.

Una visión como esta no es sólo un retrato de una región, sino más bien un reflejo del gran desafío hacia la soberanía alimentaria nacional de que el agua es el elemento vital de la producción que no debe ser obstaculizada.

Es en este punto que Nusa Tenggara Occidental (NTB) se convierte en un ejemplo real de cómo las obras de riego determinan la dirección de la seguridad alimentaria.

En esta provincia, los agricultores ponen sus esperanzas en una red de canales, algunos de los cuales están envejecidos y otros apenas comienzan a ser restaurados.

El aumento de la producción de arroz previsto por la Agencia Central de Estadísticas en 2025 inspira optimismo, pero detrás de este crecimiento hay un gran trabajo que no se puede ignorar.

La revitalización del riego, desde Maronggek hasta Santong y Kadindi, determinará si se puede seguir manteniendo la independencia alimentaria o si será detenida por canales que ya no pueden llevar agua a los campos de arroz.


Infraestructura

En 2025, el Gobierno Provincial de NTB comenzará a prestar más atención al fortalecimiento de la red de riego. Se rehabilitaron tres grandes redes como paso para apoyar la soberanía alimentaria nacional.

La compleja red Maronggek en el este de Lombok, la red Santong en el norte de Lombok y la red Kadindi en Dompu son prioridades porque los beneficios los sienten directamente miles de agricultores.

La rehabilitación incluye reparar estructuras de canales de miles de metros de largo, fortalecer muros, reorganizar rutas de agua y aumentar la capacidad de flujo.

Se espera que los resultados aumenten el índice de siembra en más del doble.

La red compleja de Maronggek recibe la mayor parte del presupuesto, alcanzando alrededor de seis mil millones de rupias. Se realizaron reparaciones en casi cuatro kilómetros con afectaciones de caudales en 378 hectáreas de terreno. El objetivo es aumentar el índice de siembra hasta en un 230 por ciento.

En el norte de Lombok, se ha reparado la red de Santong en más de dos kilómetros y se prevé que pueda irrigar alrededor de 468 hectáreas de campos de arroz. Mientras tanto, en las laderas de Tambora, los agricultores de Dompu ponen sus esperanzas en mejorar la red Kadindi.

Los antiguos canales de esta zona a menudo gotean, por lo que el agua nunca llega al final de los arrozales. La rehabilitación de tres secciones con una longitud total de alrededor de 3.200 metros tiene como objetivo garantizar que los patrones de siembra de arroz y cultivos secundarios puedan desarrollarse de manera más estable.

Esfuerzos similares también surgieron de la política central. El Ministerio de Obras Públicas destacó su apoyo al mejoramiento de caminos, represas y riego en NTB, en línea con la directiva presidencial de revitalizar los antiguos riegos.

En algún momento, se revivió el riego que quedaba del antiguo orden porque se consideraba más eficiente que la construcción de nuevos canales. La experiencia en la aldea de Penujak es un ejemplo de cómo la reparación de redes antiguas puede alentar a los agricultores a cosechar tres veces al año o alcanzar un índice de siembra de 300.

La política de reactivar activos antiguos ha demostrado ser más rápida a la hora de restaurar funciones de riego que han sido descuidadas durante años.

Por otro lado, las realidades sobre el terreno presentan desafíos que no son pequeños. Los informes de varias zonas muestran daños en el riego que se han dejado durante demasiado tiempo.

En Bima, por ejemplo, varias pequeñas represas y redes de riego resultaron dañadas tras inundaciones repentinas, pero no se llevaron a cabo reparaciones de inmediato.

Cientos de hectáreas de arrozales no pudieron cosecharse y algunas se convirtieron en nuevos canales fluviales. Los agricultores que normalmente cosechan tres o cuatro veces al año tienen que aceptar el hecho de que no pueden arar sus campos durante meses porque se corta el flujo de agua.

Esta situación muestra la urgencia de restablecer el riego no sólo durante la época de siembra, sino como estrategia de largo plazo.

Las condiciones de riego en BNA tampoco están exentas de los desafíos del cambio climático. Los cambios en los patrones de lluvia, el aumento de la sedimentación y las inundaciones más frecuentes debido a lluvias extremas hacen que las redes de riego sean vulnerables a los daños.

La planificación técnica no adaptativa a menudo acorta la vida útil de la infraestructura. El impacto se siente directamente en la seguridad alimentaria. Si no se puede controlar el agua, la producción disminuye, los ingresos de los agricultores se erosionan y el riesgo de pobreza aumenta.

Aquí es donde es importante hacer que la rehabilitación del riego forme parte de un gran ecosistema de soberanía alimentaria. Hacer que dos campos de arroz se planten tres veces, o un campo de arroz se plante dos veces, significa aumentar la capacidad de producción regional.

Para NTB, que desde hace mucho tiempo es conocida como la canasta de alimentos del este de Indonesia, fortalecer el riego es una base estratégica. Todas las políticas, desde las variedades de semillas hasta los fertilizantes orgánicos y la maquinaria, no serán óptimas sin una infraestructura hídrica adecuada.

Soberanía alimentaria

El riego no es sólo un canal concreto. Es el elemento vital que conecta las políticas gubernamentales, el arduo trabajo de los agricultores y el futuro de la alimentación regional.

La revitalización llevada a cabo este año indica que la BNA está empezando a solucionar la raíz del problema. Pero estas medidas deben ampliarse, acelerarse y mantenerse.

Todavía quedan muchas redes de riego antiguas que no han sido reparadas. Todavía hay canales poco profundos, con fugas o que han estado enterrados en lodo durante años.

En algunas zonas, se necesita urgentemente la construcción de nuevas represas para aumentar el almacenamiento de agua, de modo que el suministro se mantenga durante las largas estaciones secas.

El enfoque requerido no es sólo técnico, sino también social. La restauración del riego puede ser un impulso para fortalecer la participación comunitaria.

En muchas culturas agrarias, la ayuda mutua en la limpieza de canales es una tradición de larga data. Revitalizar el antiguo programa de riego puede ayudar a revivir ese espíritu de unión.

Los gobiernos central y regional deben garantizar que los presupuestos para riego no sólo sean cuantiosos, sino también adecuados, transparentes e involucren a los agricultores como principales usuarios.

En el futuro, NTB deberá diseñar una hoja de ruta para lograr la independencia alimentaria basada en el agua. Se debe mapear cada red de riego, desde la capacidad, las condiciones de los daños, hasta las prioridades de reparación.

Sistema de información de riego basado en datos. tiempo real puede ser una solución para monitorear descargas, fugas e interferencias.

La tecnología digital y zumbido Se pueden utilizar monitores para reducir la tasa de daños detectados tardíamente.

Además, la conservación aguas arriba y la normalización de los ríos deben ser parte inseparable para que el riego no sea víctima de repetidas inundaciones.

En última instancia, los esfuerzos por fortalecer el riego son parte de los esfuerzos por fortalecer la nación. La soberanía alimentaria no se trata sólo de suficiente arroz, sino de la capacidad de la región para mantener la sostenibilidad de las vidas de sus ciudadanos.

NTB ya cuenta con sólidas pruebas de capital y de campo de que las mejoras en el riego pueden aumentar la producción y mejorar la economía de los agricultores.

El desafío es convertir los programas en movimientos, las políticas en prácticas y convertir el agua corriente en prosperidad.

Si tan solo un pequeño arroyo puede revivir cientos de hectáreas de campos de arroz, entonces una red de riego completamente revitalizada puede revivir una esperanza mucho mayor.

Ahí es donde reside la soberanía alimentaria de NTB. El agua corriente es el futuro. El agua gestionada es soberana. Y un buen riego es el puente hacia el largo sueño de NTB de convertirse en el sostén alimentario del país.



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