Escuela especial MBG Batam


Batam (ANTARA) – Cada mañana, en el patio de la Escuela Especial Estatal de Batam (SLBN), el ambiente se ve diferente desde que comenzó a funcionar el programa de Comidas Nutritivas Gratuitas (MBG).

Había 227 niños con diversas necesidades especiales, como sordos, discapacitados mentales, discapacitados físicos, con problemas del habla y autistas, reunidos en medio del campo para esperar a ser distribuidos ompreng y disfrutar comiendo juntos.

Detrás de la rutina construida durante las últimas tres semanas, hay un proceso de aprendizaje significativo, de educación, coordinación y convivencia entre estudiantes y docentes.

El subdirector de Asuntos Estudiantiles de SLBN Batam, Sulastri, dijo que el programa era una oportunidad para que los maestros enseñaran a los niños sobre los ingredientes alimentarios y los patrones de alimentación saludable.

Eran las nueve. MBG estaba dividido en niños sentados en pequeños grupos. Algunos están sentados en el patio de la escuela, otros están sentados con sus padres en el centro de la escuela y algunos van a clase a comer.

La pila de bandejas guardadas en la sala de estar fue sacada lentamente y distribuida a los niños que esperaban pacientemente.

Montones de alimentos nutritivos gratuitos (MBG) ompreng en SLBN Batam, Islas Riau, martes (10/7/2025). (ANTARA/Amandine Nadja)

Los niños disfrutaron mucho de la comida proporcionada. Los maestros y padres se aseguran de que todos los alimentos sean frescos y seguros antes de que los estudiantes los coman.

Comer juntos es un medio importante de interacción social. Los niños aprenden a compartir espacio, aprenden a esperar su turno, a lavarse las manos antes de comer e incluso aprenden a guardar los utensilios para comer después.

Para los niños, comer juntos en el programa MBG es un momento de aprendizaje divertido.

Sulastri visita con frecuencia a grupos de niños sordos y los invita a comunicarse mediante lengua de signos.

«¿Qué es esto? Manzanas», dijo, mostrando movimientos de la mano.

Los niños hicieron lo mismo, imitando los carteles de tempeh, verduras u otras guarniciones en sus platos.

Es aquí donde comer se convierte en una oportunidad educativa y de aprendizaje para que los niños reconozcan los alimentos y recuerden sus nombres y lengua de signos, además de fomentar hábitos saludables.

Además de los beneficios educativos, el programa MBG también tiene impactos sociales y económicos porque no todas las familias de estudiantes pueden proporcionar alimentos nutritivos todos los días.

Con MBG, los niños de familias económicas medias y bajas pueden experimentar una nutrición más equilibrada con frutas, verduras y fuentes de proteínas que rara vez encuentran en casa.


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