Yakarta, VIVA – En la vida cotidiana, el término usura aparece a menudo, especialmente para aquellos de ustedes que quieren comprender los principios de las finanzas islámicas. Muchas personas pueden estar familiarizadas con la práctica de los préstamos que devengan intereses en el sistema financiero moderno, pero no todos entienden las implicaciones desde una perspectiva legal islámica.
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Comprender la usura es muy importante para mantener transacciones justas y evitar prácticas que perjudiquen financieramente a otras partes.
Además de la ley islámica, la usura también tiene sus propios impactos sociales y económicos. Las transacciones financieras justas y transparentes son la base de las enseñanzas islámicas, por lo que la práctica de prestar dinero con intereses excesivos se considera perjudicial para los prestatarios y puede causar potencialmente desigualdad económica.
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Lingüísticamente, usura significa «adición» o «crecimiento». En el contexto de las finanzas islámicas, la usura se refiere a las ganancias adicionales obtenidas al pedir dinero prestado sin un intercambio justo de valor.
En otras palabras, el prestamista recibe una ganancia fija sin riesgo ni contribución al negocio del prestatario. Este tipo de práctica se considera desleal porque los beneficios se obtienen unilateralmente
¿Por qué está prohibida la Riba en el Islam?
Según Investopedia, la prohibición de la usura se basa en los principios de justicia social y económica. La práctica de la usura se considera explotadora porque el prestamista obtiene ganancias sin asumir el riesgo, mientras que el prestatario soporta toda la carga financiera.
Un sistema como este es contrario a las enseñanzas islámicas que enfatizan la igualdad, la asistencia mutua y el riesgo compartido en cada transacción financiera.
Además, la usura puede empeorar las desigualdades sociales. Las personas atrapadas en deudas con intereses elevados a menudo tienen dificultades financieras, mientras que los prestamistas siguen obteniendo ganancias.
Esta situación no sólo perjudica a las personas, sino que también provoca una inestabilidad económica más amplia.
Alternativas financieras según la ley Sharia
Para evitar la práctica de la usura, el Islam fomenta el uso de un sistema financiero basado en la participación en los beneficios, el alquiler, la compra y la venta con márgenes de beneficio claros. Algunos ejemplos son los métodos mudharabah, musyarakah, ijarah y murabahah.
Este sistema garantiza que todas las partes compartan los riesgos y las recompensas de manera justa, al tiempo que minimiza el potencial de explotación.
La prohibición de la usura en el Islam no es sólo una norma legal, sino que forma parte de los esfuerzos por crear un sistema económico justo, transparente y sostenible.