Yakarta (ANTARA) – La Escuela Garuda se ha presentado oficialmente al público como un programa educativo diseñado para fortalecer el carácter, la alfabetización y la competitividad de los estudiantes indonesios.
Se espera que este programa se convierta en un foro para que la generación más joven crezca con los valores nacionales y el entusiasmo hacia una Indonesia Dorada 2045.
Entre estas grandes ideas, hay una pequeña cosa que llama la atención: un logotipo en forma de cinta que se eleva como un águila batiendo sus alas.
No mucha gente lo sabe, detrás del logotipo está la historia de un estudiante de Kediri Regency, Java Oriental, que lo diseñó con sus manos y creencias simples.
En Grogol Village, Kediri Regency, un joven está sentado mirando la pantalla de una sencilla computadora portátil. Ante él, las muestras de color y forma cambiaban, ordenaban, transformaban y luego perfeccionaban continuamente.
Así es la vida cotidiana de Diyan Rizqianto, un hombre nacido el 22 de octubre de 1996 que no esperaba que el diseño de su logotipo se utilizara en decenas de escuelas Garuda en Indonesia.
A ANTARA, Diyan le contó la historia de su viaje al mundo del diseño a partir de su servicio como alumno de Pondok Modern Darussalam Gontor en 2016. En ese momento, estaba ubicado en la cooperativa Pondok Modern Darussalam Gontor, campus 9 Lampung (ahora campus 7), que acababa de establecerse y todavía estaba tranquila en actividad.
Su función es sencilla, ocupándose de la administración y los informes financieros. Pero su curiosidad le llevó a tomar una nueva dirección.
En el pequeño salón de la cooperativa había una computadora, y ahí empezó todo. Inicialmente, el dispositivo sólo se utilizaba para fines de contabilidad, pero Diyan empezó a experimentar con él, intentando instalar software de diseño como CorelDraw Y Photoshop
A partir de los resultados de prueba y error y viendo varios videos tutoriales sobre YouTubeEmpezó a hacer diseños sencillos como escritos, camisetas y pequeños carteles. No hay profesores ni entrenadores profesionales, sólo un impulso por aprender y un deseo de ver las cosas cada vez más hermosas.
Resulta que Diyan tiene talento artístico desde hace mucho tiempo. Cuando todavía era estudiante, solía decorar el dormitorio con escritura a mano y pequeños adornos. Este hábito fomenta una sensación de disfrute de la belleza visual, que luego se convertirá en habilidades de diseño gráfico.
Una vez finalizado el período de servicio, Diyan continuó sus estudios en UIN Syekh Wasil Kediri con especialización en Economía Sharia. Sin embargo, todavía canaliza su interés por el diseño a través de actividades organizativas y comités del campus.
En medio de un equipo limitado, decidió centrarse en el diseño de logotipos, porque este es un campo que se puede llevar a cabo con herramientas limitadas.
El proceso de trabajo es sencillo, empezando por dibujar el concepto en papel y luego calcarlo nuevamente en la computadora. De ese pequeño hábito aprendió la importancia de la paciencia y la constancia.
Su interés se profundizó cuando conoció la teoría y la filosofía detrás del diseño de logotipos. El libro de Surianto Rustan es uno de los materiales de aprendizaje que amplía su comprensión.
Diyan comenzó a comprender que el diseño no es sólo una imagen, sino un símbolo que representa el significado, el valor y la dirección de una identidad. A partir de ahí empezó a atreverse a desafiarse a sí mismo a través de diversos concursos de diseño.
Concurso de diseño
En varios años, Diyan ha participado en decenas de concursos. Algunos de ellos producen resultados, la mayoría no. Pero cada fracaso le enseña una nueva lección. Entiende cada vez más el lenguaje de las formas, el equilibrio de colores y el poder de las ideas.
Uno de sus primeros logros fue ganar el segundo lugar en el concurso de diseño de logotipos y nombres de aplicaciones organizado por la Agencia de Gestión Financiera Hajj (BPKH). El premio fue un estímulo para ir más allá.
Surgió una gran oportunidad cuando se anunció el concurso de diseño del logotipo de la Escuela Garuda. En las bases del concurso se establece que el logotipo debe representar el espíritu de educación, la nacionalidad y las aspiraciones hacia una Indonesia Dorada 2045.
A partir de esa descripción, Diyan comenzó a diseñar un concepto visual que se basó en la idea del largo camino de los niños de la nación para alcanzar sus sueños.
Imaginó la forma de una cinta imponente como símbolo de esfuerzo y perseverancia, luego la transformó en la figura de un Garuda, que simboliza el orgullo, el espíritu de lucha y el gran alcance.
Durante cuatro días completos, ordenó línea por línea hasta formar un símbolo completo y significativo. Cada color y curva se consideró cuidadosamente para mantenerlo simple pero visualmente fuerte.
Cuando se entregaron los resultados finales, Diyan no esperaba mucho. Sin embargo, el logotipo que creó fue seleccionado como primer ganador y luego se utilizó oficialmente a nivel nacional.
Esa victoria cambió muchas cosas en su vida. De un estudiante tímido que estudió diseño de forma autodidacta, se transformó en una persona que cree que el trabajo duro y la perseverancia pueden allanar el camino donde uno comienza.
En casa, el orgullo irradiaba los rostros de sus padres. La madre, que antes se sorprendía al ver a su hijo pasar la noche garabateando en un papel, es ahora la persona que muestra más entusiasmo por contar a otras personas el trabajo de su hijo.
El papel de los estudiantes.
Ahora, Diyan también trabaja en la sección de servicios de embalaje del Servicio de Cooperativas y Microempresas de Kediri Regency. En este lugar ayuda a las Mipymes a embellecer la apariencia de sus productos para hacerlos más competitivos.
Según él, el embalaje suele ser un factor importante para atraer el interés de los compradores. Hasta la fecha, más de 80 productos de MIPYMES han sido respaldados mediante toques de diseño.
El trabajo le brinda el espacio para seguir aprendiendo y contribuyendo. Cada diseño de empaque que crea no es solo un asunto visual, sino también una comprensión del valor del arduo trabajo de las personas detrás del producto.
Diyan considera su trabajo como parte de un esfuerzo por ayudar a las comunidades locales a tener más confianza en la comercialización de los resultados de sus negocios. Por ello, también ofrece servicios de diseño de logotipos para empresas y organizaciones.
El viaje de Diyan ilustra la intersección de perseverancia y oportunidad. Desde una cooperativa santri en un pueblo de Lampung, viajó un largo camino hasta que su trabajo se dio a conocer a nivel nacional.
Pero detrás de todo eso, nunca olvidó las raíces de su identidad como santri. Los valores de sencillez, disciplina y sinceridad que aprendió en el internado islámico se convirtieron en la base que lo guió para afrontar el mundo laboral y la competencia profesional.
Su nacimiento, que coincidió con el Día Nacional de Santri, se sintió como un símbolo estrechamente vinculado a la historia de su vida. Creció en un ambiente que le inculcó la creencia de que el conocimiento y el trabajo son formas de culto. Esta creencia le hace creer que cada estudiante tiene un gran potencial para contribuir, independientemente de su campo.
Diyan cree que no se debe temer al futuro. Para la generación de estudiantes, el futuro debe abordarse con valentía y determinación para lograrlo. Según él, cada niño de la nación tiene derecho a soñar y luchar en el campo que ama, ya sea en los internados islámicos, en los campus universitarios o en el mundo laboral.
Para Diyan Rizqianto, el diseño no es sólo un trabajo. Un estudiante de Kediri ha demostrado que los sueños se pueden coser con paciencia, con tinta, color y la confianza que surge de las cosas pequeñas.
Desde su sencillo espacio de trabajo, continúa pintando el espíritu de los niños de la nación que quieren volar tan alto como el Garuda, hacia los ideales que imaginó durante cuatro días enteros en una hoja de papel en blanco hace muchos años.