Cuando la red no llega a los confines del país

Mataram (ANTARA) – Esa mañana, en una aldea remota al pie de una montaña en la isla de Sumbawa, un profesor encendió su computadora portátil y se preparó para comenzar las clases en línea. Sin embargo, lo que apareció fue sólo una barra de señal que se movía lentamente, casi sin esperanza. Hubo que posponer las clases.

En la costa, los pescadores de aldea que quieren comercializar sus capturas a través de aplicaciones digitales enfrentan obstáculos similares. No se pudieron subir fotos de pescado fresco debido a una conexión intermitente.

Historias como ésta no son sólo ilustraciones, sino que reflejan la realidad que aún viven muchas personas en Indonesia, especialmente en zonas remotas.

El acceso limitado a las telecomunicaciones no es sólo una cuestión de inconvenientes digitales, sino que toca aspectos fundamentales de la vida diaria como la educación, la economía, la salud y el derecho a la información.

Sin conexiones adecuadas, los niños pierden oportunidades óptimas de aprendizaje, los comerciantes tienen dificultades para llegar a los mercados y la gente no puede aprovechar los servicios de telemedicina.

Los últimos datos muestran que para 2025, en Nusa Tenggara Occidental (NTB) habrá alrededor de 33 ubicaciones. punto en blanco y 124 áreas con señales débiles. Estas cifras confirman que el acceso digital igualitario aún no es una realidad.

Las conexiones fallidas no son sólo un problema técnico, sino una cuestión de justicia social e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos.

Todos los rincones del país deberían poder beneficiarse de la transformación digital, porque el derecho a conectarse equivale ahora al derecho a aprender, trabajar y desarrollarse.

La historia de los maestros y pescadores de Sumbawa es un símbolo de este gran desafío, así como un recordatorio de que el desarrollo equitativo de la infraestructura de telecomunicaciones es parte de la promesa de un progreso inclusivo para toda la sociedad indonesia.

Brechas

La brecha de acceso a las telecomunicaciones en los BNA surge de una serie de desafíos interrelacionados. La topografía de la provincia, con islas remotas, montañas escarpadas y valles de difícil acceso, hace que construir torres BTS o instalar cables de fibra óptica sea una lucha en sí misma.

Aunque ya existen proyectos nacionales como las redes troncales de fibra óptica, muchos puntos aún no se han abordado porque el desarrollo de infraestructura se centra más en las zonas urbanas y los principales destinos turísticos.

Además, los datos sobre el mapeo y la implementación de programas a menudo están dispersos entre varios niveles de gobierno, desde los distritos y las provincias hasta el centro, de modo que los espacios en blanco que realmente se han identificado suelen recibir un seguimiento demasiado tarde.

En Dompu Regency, por ejemplo, hay 10 puntos en blanco y 21 puntos con señales débiles repartidos en cinco o seis subdistritos.

Mientras tanto, sólo la capital de la provincia de NTB, la ciudad de Mataram, está relativamente libre de este problema. Una desigualdad como esta pone de relieve que el desarrollo digital aún no ha llegado a todos los niveles de la sociedad.

El impacto se siente en muchas áreas. Los estudiantes tienen que posponer las clases en línea, las comunidades rurales tienen dificultades para acceder a los servicios de telemedicina, las PYME no pueden ingresar al mercado en línea y el potencial de promoción turística no se maximiza debido a las limitaciones de la red.

De hecho, los gobiernos regionales han hecho de este tema una prioridad, pero se deben hacer esfuerzos reales más rápidos, más enfocados y más colaborativos para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de los beneficios de la transformación digital.

Soluciones estratégicas

Frente a esta condición, es necesario llevar a cabo varios pasos estratégicos de manera coordinada.

En primer lugar, preparar mapas de prioridades e intervenciones específicas es una base importante. Los gobiernos regionales deben crear mapas que combinen datos nacionales, provinciales y distritales sobre puntos en blanco verificados y áreas con señales débiles.

Según los últimos datos, se registraron 33 lugares en blanco y 124 áreas de señal débil. Con base en este mapa, la construcción de torres BTS, la instalación de fibra óptica y sistemas satelitales se pueden dirigir a las ubicaciones más subdesarrolladas para que la inversión pueda orientarse hacia el objetivo.

En segundo lugar, la colaboración pública, privada y comunitaria es la clave para llegar a zonas remotas. La infraestructura de telecomunicaciones no puede ser construida por el propio gobierno; Es necesario involucrar a los operadores de telecomunicaciones, instituciones públicas como BAKTI y las comunidades locales.

Por ejemplo, la construcción de mini BTS gestionados por BUMDes o cooperativas digitales de las aldeas, con el apoyo de subvenciones y tecnología del centro, puede superar las limitaciones de recursos y al mismo tiempo empoderar a los residentes locales.

En tercer lugar, el acceso físico debe ir acompañado de alfabetización digital y la capacidad de utilizar la tecnología. Las conexiones disponibles serán inútiles si la gente no sabe cómo utilizarlas, ya sea para educación online, marketing online, etc. telesalud.

Los gobiernos regionales pueden colaborar con los campus, las instituciones de formación profesional y las comunidades para organizar programas de alfabetización digital, especialmente en áreas que figuran como espacios en blanco.

Cuarto, las políticas regionales y los presupuestos sostenibles son absolutamente necesarios. Los gobiernos provinciales y de distrito/ciudad deben asignar fondos especiales en la APBD para hacer frente a los espacios en blanco y las señales débiles.

Además de formular regulaciones regionales que regulen las alianzas para el desarrollo de redes y la gestión de infraestructura de telecomunicaciones en áreas remotas.

De este modo, el desarrollo no se detiene en un proyecto puntual, sino que continúa de forma continua.

Con estos pasos se lograron cuatro elementos estratégicos, a saber, la educación y la alfabetización digital (educando), empoderamiento de las comunidades rurales (empoderando), proporcionar una dirección de desarrollo clara (esclarecedor), así como fortalecer el sentimiento de amor por la patria asegurando que todas las regiones estén conectadas (nacionalismo).

Conectando esperanza

Los espacios en blanco y las señales débiles no son sólo desafíos técnicos. Es una cuestión de justicia. Cuando algunos ciudadanos no pueden acceder a los servicios básicos porque la señal es inexistente, estamos asistiendo a un subdesarrollo ilegal.

NTB tiene un gran potencial, desde la belleza natural hasta los sectores superiores del turismo, la agricultura y la pesca. Sin embargo, sin una conectividad digital igualitaria, no se puede maximizar todo este potencial.

El gobierno regional de NTB se enfrenta ahora a una elección crucial: seguir rezagado digitalmente o lograr una distribución equitativa de las conexiones con los pueblos, las costas y las montañas.

Con una hoja de ruta de intervención adecuada, una colaboración activa, una sólida alfabetización digital y regulaciones de apoyo, la esperanza no es sólo lograrlo, sino prosperar juntos.

Es hora de que la conexión sea más que una o dos señales de barra, sino una ventana para que todos los niños del país en NTB aprendan, trabajen y conecten su mundo con el futuro.



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