¿Proyecto de ley de división de activos de dilema político?


Este audio está hecho con tecnología AI.

El proyecto de ley de agarre de activos se considera un arma poderosa contra la corrupción. Sin embargo, varias partes advirtieron a su solicitud, ¿por qué?


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La discusión sobre el borrador de la ley (RUU) del agarre de los activos resurgió en la sala política de Indonesia.

El gobierno le pidió abiertamente al DPR que priorizara inmediatamente esta agenda, en línea con la insistencia de la sociedad civil que lo colocó en la lista de demandas prioritarias.

Normativamente, la ratificación del proyecto de ley se considera crucial: tiene el potencial de fortalecer la erradicación de la corrupción y los delitos organizados a través de un mecanismo civil que permite al estado tomar el producto del crimen sin tener que esperar primero las decisiones penales para los perpetradores.

Sin embargo, detrás de este optimismo, surgen varios registros críticos. Algunos observadores consideran que aunque este proyecto de ley es conceptualmente muy ideal, su implementación en realidad contiene un riesgo potencial significativo.

¿Enigma político?

El ex ministro coordinador de política y seguridad, Mahfud MD, una vez recordó que el principal dilema del proyecto de ley de acogida de activos radica en el potencial de abuso legal.

En su discusión con el quinto presidente Megawati Soekarnoputri, Mahfud aludió al riesgo de prácticas de extorsión: un propietario de un activo podría haber sido «limpiado» de su estatus legal siempre que estuviera dispuesto a pagar una suma de dinero. Situaciones como esta claramente erosionan la esencia de la justicia y, en su lugar, abren un nuevo espacio para la corrupción en el sistema legal en sí.

Una opinión similar fue transmitida por académicos legales, Nefa Claudia Meliala. Según él, el éxito de este proyecto de ley depende de la medida en que podamos garantizar criterios claros con respecto a los activos relacionados con los actos penales.

Sin una definición precisa, grupos de personas pueden abusar fácilmente de la autoridad para confiscar activos sin una base legal adecuada. Además, enfatizó la importancia de la garantía de la responsabilidad que une a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en cada proceso de privación de activos.

Desde estos dos puntos de vista, parece que uno de los principales destacados en la ratificación de este proyecto de ley es una garantía legal. En otras palabras, cualquier regulación sofisticada no será efectiva si hay personas implementadas que no han probado la integridad.

En este contexto, el proyecto de ley de agarre de activos puede verse como un enigma político. Este concepto se refiere a una política sobre papel que parece ideal y difícil de rechazar, pero en la práctica dar lugar a un complejo dilema político.

Por un lado, nadie niega que la incautación de los activos del crimen sea un paso importante para fortalecer la gobernanza estatal. Sin embargo, por otro lado, este instrumento puede ser una espada de dos filos: de gran útil si se lleva a cabo correctamente, así como peligroso si se usa arbitrariamente.

En muchos casos, este tipo de dilema a menudo conduce a un factor clave: la responsabilidad. Solo al garantizar que cada decisión del aparato legal pueda explicarse transparentemente, se puede reducir el riesgo de abuso. De esa manera, este proyecto de ley se puede llevar a cabo de acuerdo con su entusiasmo inicial, es decir, restaurar los activos estatales y defender la justicia.

Este fenómeno puede explicarse a través del concepto de capacidad del estado, a saber, la capacidad del estado en el diseño y la ejecución de políticas públicas de manera efectiva. Esta teoría enfatiza que el éxito de una regulación no está simplemente determinado por la calidad de su diseño legal, sino también por la preparación de las instituciones existentes.

Los países con una fuerte capacidad institucional tienden a poder hacer cumplir las regulaciones de manera consistente. Por el contrario, los países con capacidad limitada tendrán dificultades para hacer cumplir las políticas a pesar de que las regulaciones realizadas son muy ideales.

Aun así, es importante tener en cuenta que Indonesia está actualmente en un impulso relativamente positivo. En la era del presidente Prabowo Subianto, varias agencias de aplicación de la ley comenzaron a mostrar un aumento en el rendimiento.

El KPK, por ejemplo, comenzó a volver para mostrar una imagen de trabajo más asertiva después de haber disminuido la confianza pública. Mientras tanto, la oficina del Fiscal General recibió un foco positivo debido a su éxito en el manejo de una serie de casos principales, por lo que su imagen era mucho mejor que unos años antes.

Esta condición aumenta la esperanza de que, si la tendencia de fortalecer la integridad continúa, la capacidad del país para defender el proyecto de ley de agarre de los activos será más adecuada. En otras palabras, el impulso de la reforma institucional en curso puede ser una base para la implementación exitosa de la regulación.

Esperanza prometedora

El proyecto de ley de privación de activos es un instrumento legal que tiene un gran valor estratégico en fortalecer los esfuerzos para erradicar la corrupción y los delitos organizados. A través de un mecanismo civil, el estado puede restaurar más rápidamente los activos que fueron incautados de la comunidad sin tener que esperar un largo proceso criminal y a menudo complicado.

Sin embargo, como lo demuestran los observadores, la efectividad de esta regulación dependerá mucho de la calidad de los agentes de la ley que lo ejecutan. Sin responsabilidad e integridad garantizada, este proyecto de ley tiene el potencial de crear nuevas prácticas que no sean menos problemáticas.

Por lo tanto, la ratificación del proyecto de ley de acaparamiento de activos idealmente fue de la mano con la mejora de las instituciones de aplicación de la ley. El aumento de la capacidad, la transparencia y la supervisión pública deben ser una prioridad para que esta regulación no se convierta en un instrumento legal, sino que es realmente una herramienta efectiva para fortalecer la gobernanza estatal.

Al final, el dilema que acompaña al verdadero proyecto de ley de división de activos refleja la dinámica actual de la política indonesia: la necesidad de tomar medidas progresivas de inmediato, pero aún así con la conciencia de que los grandes pasos siempre requerirán una base institucional sólida.

Si se puede mantener el impulso de la reforma institucional, no es imposible que el Proyecto de Ley de Atraces de Activos se convierta en uno de los hitos importantes en el largo viaje de la democracia y la aplicación de la ley en Indonesia. (D74)



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