Imitar la espiritualidad económica del Profeta Muhammad Saw

Yakarta (entre) – La advertencia del Profeta Muhammad vio no solo recuerda el nacimiento de una gran figura, el último profeta del tiempo que provocó la vida y la civilización de la humanidad, sino también el impulso de los valores más altos que enseñó.

Un aspecto importante que a menudo escapa a la atención, especialmente en el momento del cumpleaños del Profeta, es un concepto económico que el Mensajero de Allah ha creado justicia, honestidad e inclusión.

En el contexto del mundo moderno coloreado por la desigualdad, la explotación y la exclusión económica, el momento del cumpleaños del Profeta nos invita a imitar al Mensajero de Allah para que sea relevante y urgente.

En situaciones como esta, el ejemplo del Profeta Muhammad se convierte en una guía. No solo enseña espiritualidad, sino que también construye un sistema económico justo e inclusivo. En el mercado de Medina, el Profeta rechazó la práctica del monopolio y las intervenciones de precios que dañan a las personas pequeñas y fomentan el comercio honesto, transparente y orientado con prosperidad mutua, no solo la acumulación de un puñado de personas.

El mensajero de Allah también enfatizó la importancia de la distribución de la riqueza a través de Zakat, que no solo son rituales de adoración, sino también mecanismos sociales para garantizar que ninguno de los miembros de la comunidad se descuide. En la comunidad que construyó, las mujeres recibieron derechos económicos, esclavos empoderados y los pobres estaban involucrados en el desarrollo.

Principio económico del profeta

Rasulullah Saw no es solo un profeta, sino también un comerciante exitoso, antes de la profecía. Es conocida como una persona honesta (Shiddiq), confiable (confianza) y alta integridad en las transacciones. El mercado de Medina que organizó, después de migrar, se convirtió en un ejemplo concreto de cómo la economía podría crecer, sin oprimir, y cómo las regulaciones del mercado podrían ponerse del lado de la justicia.

Al construir una orden económica justa, el Profeta Saw dio un ejemplo a través de una serie de principios fundamentales. Primero, prohíbe la práctica de la usura y todas las formas de explotación, porque daña el equilibrio económico y oprime a las partes débiles. El sistema creado fomenta ganancias justas, no de beneficios adversos.

En segundo lugar, el Profeta enfatizó la transparencia y la honestidad en el comercio, al recordar la importancia de la justicia en la medición y las escalas, así como prohibir todas las formas de fraude y manipulación de precios.

Tercero, creando un mercado abierto que esté libre de monopolio, como el mercado Medina, que es un símbolo de la justicia económica, donde todos pueden comerciar, sin gravámenes, sin intervenciones de precios y sin ciertos grupos de grupos.

Cuarto, el Profeta enfatizó que el papel de Zakat como instrumento de distribución de riqueza, no solo por la adoración ritual, sino los mecanismos sociales para garantizar la riqueza no solo girando entre ciertas élites, sino que alcanzó todos los niveles de la sociedad.

Estos principios forman una base económica inclusiva, justa y orientada orientada a la prosperidad mutua.

Los principios de la economía del Profeta, como la prohibición de la usura, la honestidad en el comercio, los mercados abiertos sin monopolio y la distribución de la riqueza a través de Zakat, en realidad está muy en armonía con el espíritu de la economía de las personas, que es una de las fundaciones del desarrollo en Indonesia.

Ejemplar del Profeta, la economía del pueblo en Indonesia puede fortalecerse al garantizar que el acceso al capital y los mercados abiertos para todos los grupos, especialmente los pobres y vulnerables. La prohibición de la usura se puede traducir en el desarrollo de micro financiamiento de la sharia que no atrae a los actores de pequeñas empresas con alto interés, sino que proporciona espacio para crecer a través de un esquema justo y sostenible.

Al adoptar los valores económicos del Profeta, el sistema económico del pueblo indonesio no solo será más justo e inclusivo, sino también alma, porque se basa en los principios de la humanidad, la solidaridad y las bendiciones. Esta no es solo una estrategia económica, sino también un camino espiritual hacia el desarrollo que glorifica a los humanos y mantiene el equilibrio social.

En este marco, el concepto Al-MOLEL (justicia) y Al-Ihsan (bondad) se convierte en el pilar principal en la construcción de un sistema económico saludable. La justicia requiere un equilibrio entre los derechos y las obligaciones, por lo que ninguna parte es perjudicada, mientras que la bondad significa fomentar la empatía y la bondad social que excede la mera justicia formal.

Ambos valores dan a luz a un orden económico que da espacio a aquellos que son débiles para crecer y no dejan grupos vulnerables; Mantener un equilibrio entre los intereses individuales y comunitarios, de modo que la libertad de negocios no sacrifique el interés público; Además de alentar la responsabilidad social de aquellos que pueden aquellos que lo necesitan, a través de instrumentos, como Zakat, Infaq y Dotaciones.

Este principio no es solo una idea moderna, sino que ha sido realizada por el Profeta Muhammad en la construcción de una comunidad justa de Medina. Dio un ejemplo de inclusión a través de varias acciones concretas.

Primero, el empoderamiento de los pobres y los esclavos es una prioridad, en la que el Profeta alentó la liberación de esclavos y les dio espacio para desarrollarse económica y socialmente.

En segundo lugar, en una comunidad muy patriarcal en ese momento, luchó por el trato justo de las mujeres, al dar derechos de herencia, los derechos de propiedad y los derechos comerciales, una revolución social que elevó la dignidad de las mujeres como actores económicos.

En tercer lugar, el Profeta construyó un sistema económico basado en la comunidad, no el dominio de la élite, alentando la participación activa de las comunidades locales en el comercio y la producción. Todo esto muestra que la inclusión no es solo un discurso, sino una práctica real que coloca justicia, participación y empoderamiento como el núcleo del desarrollo económico.

*) Dr. M Lucky Akbar es el jefe de la oficina y documento de procesamiento de datos de impuestos de Jambi, Ministerio de Finanzas



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