Japón y China se calientan por Taiwán, Filipinas podría verse afectada


VIVA – La declaración del primer ministro japonés, Sanae Takaichi, el 7 de noviembre, avivó una vez más las tensiones en el este de Asia. Takaichi dijo al Parlamento japonés que si China atacaba a Taiwán, la situación podría verse como una «amenaza a la supervivencia» de Japón y podría desencadenar una respuesta militar.

Lea también:

La selección femenina de Indonesia masacrada por Taiwán 0-5, Akira Higashiyama tiene grandes deberes de cara a los SEA Games 2025

China calificó los comentarios como «no sólo provocativos y peligrosos, sino también muy distorsionados».

«El conflicto entre Japón y China no será una escaramuza; probablemente involucrará a otras potencias, incluido Estados Unidos, y podría escalar rápidamente hasta convertirse en un conflicto a gran escala con consecuencias inimaginables», respondió China. Como país más fuerte y agresivo de toda Asia, estas amenazas no deben tomarse a la ligera.

Lea también:

Cómo la Embajada de Indonesia en Manila fortalece la diplomacia educativa en Indonesia

Una de estas “consecuencias inimaginables” sería un conflicto en el Mar de China Meridional, lo que convertiría a Filipinas en un objetivo principal de ataques con misiles si Beijing decide invadir Taiwán, al que ha amenazado repetidamente si la isla no se “reunifica” con China.

Beijing reclama a Taiwán como parte integral del continente. Sin embargo, la isla es de gran importancia estratégica y económica para Estados Unidos y Japón.

Lea también:

La modernización china y su influencia en el estilo de vida de la joven generación asiática

Estados Unidos tiene importantes inversiones económicas en Taiwán y depende de él porque la isla tiene casi un monopolio en la fabricación de semiconductores potentes y únicos necesarios para casi todos los dispositivos electrónicos del planeta, incluidos los requeridos por el ejército estadounidense.

La antigua base naval de Subic, que alguna vez fue sede de la Séptima Flota de Estados Unidos, sirve como un poderoso elemento disuasorio contra la agresión china. Cuando el Senado filipino votó en contra de renovar el acuerdo de bases militares del país con Estados Unidos el 16 de septiembre de 1991, representó un importante revés político y militar para la presencia estadounidense en el Sudeste Asiático.

Pero en 2014, anticipando un posible conflicto y una invasión china de Taiwán, Estados Unidos persuadió al presidente Benigno Aquino III para que firmara un Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada (EDCA) de 10 años, que permitiría que tropas y armas estadounidenses estuvieran estacionadas en el país, y que las tropas estadounidenses estuvieran presentes en un «sistema rotacional» en cinco bases militares filipinas.

Página siguiente

El acuerdo incluye una cláusula de continuación automática. Luego se acordaron las primeras cinco bases. En 2023, el presidente Ferdinand Marcos Jr. amplía la EDCA y aprueba cuatro bases adicionales. Filipinas no obtendrá ningún beneficio político o económico de una alianza tan mortal y peligrosa con Estados Unidos.





Fuente