Yakarta (ANTARA) – El gobierno cree que Indonesia ha logrado alcanzar la autosuficiencia en arroz este año, más rápido que el objetivo fijado por el presidente Prabowo.
El ministro de Agricultura, Andi Amran Sulaiman, dijo que las reservas nacionales de arroz han alcanzado ya más de 4 millones de toneladas, la cifra más alta de los últimos 57 años.
Este logro histórico no sólo permite al gobierno detener las importaciones de arroz, sino que también fortalece las reservas nacionales de alimentos como apoyo a la resiliencia económica y la estabilidad social.
Este éxito ciertamente no surgió por casualidad. Hay una serie de factores clave que lo respaldan. La producción de arroz de Indonesia en 2025 alcanzará los 33,8 millones de toneladas, con un excedente de alrededor de 3,5 a 4 millones de toneladas. Este superávit hace que las importaciones ya no sean necesarias.
Las elevadas existencias de arroz fortalecen la seguridad alimentaria y aumentan el espacio fiscal del gobierno para absorber las cosechas internas. El tipo de cambio de los agricultores (NTP) también aumentó significativamente, llegando a 121 en mayo de 2025, mucho más que en mayo de 2024, que era solo 116.
Además, la política gubernamental de aumentar el precio de compra de los cereales secos y del maíz cosechados, así como de garantizar la absorción de toda la producción por parte de los agricultores, ha fomentado la estabilidad de precios y al mismo tiempo ha mejorado el bienestar de los agricultores.
Lograr la autosuficiencia en arroz ha traído grandes bendiciones a Indonesia. Sin embargo, por otro lado, países exportadores como Tailandia, Vietnam y Camboya experimentaron una disminución de las exportaciones a Indonesia debido a la reducción de la demanda.
A nivel interno, este éxito ha tenido un gran efecto en cadena: desde el aumento de los ingresos de los agricultores, el fortalecimiento de la cadena de suministro de alimentos y la estabilidad de precios a nivel del consumidor hasta la reducción de las presiones inflacionarias.
El desafío para el futuro ahora es garantizar que este logro no sea temporal, sino que se convierta en la base de una autosuficiencia sostenible.
La pregunta que surge entonces es ¿cuál es el secreto detrás del éxito del gobierno del Presidente Prabowo y del Gabinete Rojo y Blanco en lograr la autosuficiencia en arroz?
La respuesta está en una serie de políticas que estén interrelacionadas, sean consistentes y apoyen los intereses de los agricultores y la soberanía alimentaria nacional.
Clave al éxito
Hay al menos seis pasos estratégicos que son la clave de este éxito.
Primero, el gobierno aumenta el precio de compra gubernamental (HPP).
La decisión de aumentar el HPP para el grano seco cosechado de 6.000 a 6.500 IDR por kilogramo y el maíz de 5.000 a 5.500 IDR por kilogramo tiene un impacto directo en el bienestar de los agricultores.
Esta política crea incentivos para que los agricultores aumenten la producción y siembren más.
Cuando los agricultores sienten que los resultados de su trabajo son recompensados adecuadamente, también se fortalece el deseo de invertir en aumentar la productividad.
En segundo lugar, el gobierno garantiza la absorción de toda la producción de cereales y maíz a través de Perum Bulog.
Con precios y seguridad en el mercado, los agricultores ya no se preocupan de que su cosecha no sea absorbida. Esta certeza fomenta el entusiasmo productivo y fortalece la cadena de suministro de alimentos nacional.
En este contexto, Bulog no sólo desempeña un papel de amortiguador de las cosechas, sino también de amortiguador de la estabilidad de precios y guardián de las reservas nacionales estratégicas.
En tercer lugar, detener las importaciones de arroz es el siguiente paso estratégico.
Dado que la producción nacional seguía mostrando una tendencia positiva, el presidente Prabowo decidió detener las importaciones. Este paso fortalece la independencia alimentaria y proporciona un espacio más amplio para el desarrollo de los agricultores locales.
Desde que se implementó esta política, el ambiente de independencia alimentaria se ha vuelto cada vez más evidente y la dependencia de los suministros extranjeros ha comenzado a disminuir drásticamente.
Cuarto, la creación de nuevos campos de arroz es una base importante para aumentar la producción.
El gobierno planea abrir tres millones de hectáreas de nuevas tierras en los próximos cinco años. Esta tierra adicional aumentará la capacidad de producción y fortalecerá la independencia alimentaria en varias regiones. También se fomenta la creación de nuevas tierras en zonas potenciales que hasta ahora no habían sido explotadas de forma óptima, incluso fuera de Java.
Quinto, la modernización agrícola se lleva a cabo a escala masiva.
Se ha demostrado que el uso de tecnología y mecanización mediante el suministro de herramientas y máquinas agrícolas (alsintan) a grupos de agricultores aumenta la productividad y la eficiencia. Esta modernización reduce la dependencia del trabajo manual al tiempo que acelera el proceso de producción.
Además, se están empezando a aplicar enfoques basados en datos y tecnología digital en la planificación de plantaciones, el seguimiento de las condiciones del suelo y la distribución de fertilizantes y semillas, de modo que las decisiones de producción sean más precisas y adaptables al cambio climático.
En sexto lugar, otra clave del éxito es la estrecha colaboración con los agricultores y las organizaciones agrícolas. El gobierno está colaborando con grupos como Mainstay Farmers and Fishermen Contact (KTNA), la Indonesian Farmers’ Harmony Association (HKTI) y la Indonesian Farmers’ Union (SPI) para garantizar que las políticas agrícolas estén en el objetivo correcto.
Esta colaboración no sólo aumenta la productividad, sino que también fortalece la confianza de los agricultores en el gobierno.
Este enfoque participativo convierte a los agricultores no sólo en el objeto de la política, sino en el sujeto principal del desarrollo agrícola nacional.
Estos seis pasos muestran que la autosuficiencia en arroz no nació por casualidad, sino que es el resultado de una estrategia mensurable, políticas que apoyan a los agricultores y una implementación coherente. Este éxito es un hito importante hacia la independencia alimentaria general.
Ahora, Indonesia no sólo ha logrado satisfacer sus propias necesidades de arroz, sino que también ha demostrado al mundo que la soberanía alimentaria no es un sueño imposible.
A largo plazo, este logro podría ser un punto de partida para desarrollar las exportaciones de arroz a otros países o ampliar la base nacional de diversificación de alimentos.
Este logro debe mantenerse, fortalecerse y desarrollarse para que se convierta en la base de la seguridad alimentaria futura. La autosuficiencia en arroz no es el final del viaje, sino más bien el comienzo de un nuevo capítulo en la construcción de la soberanía alimentaria de Indonesia.
La próxima tarea es garantizar que la regeneración de los agricultores vaya bien, que se siga fortaleciendo la investigación agrícola y que la cadena logística de alimentos se vuelva más eficiente. De esta manera, Indonesia podrá verdaderamente valerse por sí misma para satisfacer las necesidades alimentarias de su pueblo.
*) El autor es presidente del Consejo de Expertos del DPD HKTI de Java Occidental.