La Escuela Popular fomenta la distribución equitativa de la educación inclusiva para niños vulnerables

Yakarta (ANTARA) – El gobierno continúa ampliando el acceso a la educación para niños de familias extremadamente pobres a través del programa Escuela Popular (SR). Este programa es uno de los pasos estratégicos adoptados por el gobierno del presidente Prabowo Subianto y Gibran Rakabuming Raka para garantizar que ningún niño indonesio quede excluido de su derecho básico a obtener una educación.


El Viceministro de Asuntos Sociales de la República de Indonesia, Agus Jabo Priyono, subrayó que el objetivo principal de la Escuela Popular es abrir las más amplias oportunidades posibles para que los niños marginados puedan ir a la escuela y escapar del ciclo de la pobreza. La esencia de este programa es una intervención estatal estratégica para cerrar la brecha en el acceso a la educación.



«Todos los niños indonesios deben ir a la escuela, tanto los ricos como los pobres. El Estado no debe permitir que ni un solo niño se quede atrás», dijo en el diálogo en el Foro Merdeka Barat 9 (FMB9) Chat INdonesia que planteó el tema «Rompiendo fronteras a través de las escuelas populares», el miércoles (19/11).

Según los datos recopilados por el Ministerio de Asuntos Sociales, hay alrededor de 4 millones de niños indonesios que no están escolarizados, han abandonado la escuela o nunca han recibido educación.


Para llegar a los grupos más vulnerables, el gobierno también utiliza los Datos Únicos Socioeconómicos Nacionales (DTSEN) como base para determinar los futuros estudiantes.

Estos datos permiten al gobierno identificar con mayor precisión a los niños de familias de extrema pobreza.



Después de eso, un equipo de asistentes de PKH, el gobierno de la aldea, los líderes comunitarios y el gobierno local llevaron a cabo una verificación de campo antes de determinar el nombre del estudiante. Este enfoque garantiza que el programa realmente esté en el objetivo.



Según Agus Jabo, el uso de datos integrados se ha convertido en una base importante para mejorar la gobernanza de los objetivos de ayuda a la educación.



«Por primera vez disponemos de datos únicos que nos permiten identificar adecuadamente a los niños más vulnerables y no desviarlos», afirmó.


Mientras tanto, el entorno de aprendizaje en Sekolah Rakyat está diseñado como un internado para que los niños vivan en dormitorios y reciban asistencia completa todos los días.

Aunque está dirigido a familias pobres, el gobierno garantiza que la calidad del servicio no se diferencia de la de las escuelas superiores en general. Desde modernas aulas, laboratorios, bibliotecas, cocinas, campos deportivos, hasta salas de oración.

Cada estudiante también recibe una computadora portátil y un uniforme completo para apoyar el aprendizaje digital. Además, los niños reciben 3 comidas al día más 2 meriendas, por lo que su condición nutricional mejora rápidamente.



A partir de las observaciones, afirmó Agus Jabo, también se empiezan a observar transformaciones de comportamiento en niños que anteriormente vivían en entornos poco propicios, como trabajando como vigilantes de aparcamiento, jornaleros e incluso habiendo dejado de ir a la escuela durante años. Ahora aprenden a vivir con regularidad, a ser disciplinados e interactuar positivamente en un ambiente de dormitorio.



Por ello, destacó el importante papel de los educadores en este proceso. «Los profesores de las Escuelas Populares deben convertirse en segundos padres, no sólo enseñando, sino restaurando, guiando e inculcando nuevos valores de vida», enfatizó.


El plan de estudios de la Escuela Popular también está diseñado para ser flexible a través de un concepto de múltiples entradas y múltiples salidas, de modo que los niños con diversas habilidades académicas y condiciones sociales puedan participar en la educación según su propio ritmo.



Aparte de eso, las escuelas también inculcan educación de carácter, disciplina y habilidades vocacionales que se adaptan al potencial regional, como la pesca en las zonas costeras o la agricultura en las zonas agrícolas.



Este enfoque garantiza que los estudiantes no sólo aprendan académicamente, sino que también adquieran habilidades prácticas que pueden convertirse en capital para la vida después de graduarse. Según Agus Jabo, esto es lo que diferencia a las Escuelas Populares de las escuelas públicas.



«Los niños deben ser inteligentes, tener carácter y habilidades, tres condiciones para que estén realmente preparados para salir del ciclo de la pobreza», añadió.


La intervención gubernamental no se limita a los estudiantes. El Ministerio de Asuntos Sociales también empodera a los padres y repara casas inhabitables.



Un ejemplo es el de una madre de Temanggung que vive con unos ingresos de 900.000 IDR al mes y tiene cuatro hijos. Las reparaciones del hogar y el apoyo familiar le hicieron volver a ver la esperanza.



Según Agus Jabo, este enfoque integral se adopta para que los niños puedan aprender sin la presión económica de sus familias.



«Enviamos a sus hijos a la escuela, empoderamos a sus padres, reparamos sus casas. Así es como nos aseguramos de que no vuelvan al ciclo de la pobreza», explicó.

Los resultados de estos esfuerzos están empezando a verse, continuó. Muchos estudiantes que inicialmente se sentían inseguros o desconfiados ahora se han vuelto más audaces al expresar sus sueños.



Los niños que antes ni siquiera sabían leer ahora están mostrando un progreso académico significativo. Los patrones de alimentación regulares y una nutrición adecuada hacen que su condición física sea más saludable.



«Sus cambios son extraordinarios. Desde niños que perdieron el rumbo hasta niños que se atrevieron a soñar de nuevo», afirmó.

Agus Jabo evaluó que el éxito de este primer año no puede separarse de la cooperación entre los ministerios y los gobiernos regionales. El gobierno logró construir 166 escuelas piloto, superando el objetivo de 100 escuelas fijado por el Presidente.



Añadió que el próximo objetivo es garantizar que cada distrito/ciudad tenga al menos una Escuela Popular como forma de igualación de la educación nacional.



Para garantizar el futuro de los graduados, el Ministerio de Asuntos Sociales colabora con empresas estatales, empresas privadas y universidades. Se proporciona entrada sin exámenes a los estudiantes de alto rendimiento, mientras que se abren oportunidades laborales para aquellos que quieran trabajar de inmediato.



«No tiene sentido construir escuelas si después de graduarse regresan a un hábitat de pobreza. Su futuro debe estar garantizado a partir de ahora», concluyó Agus Jabo.



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