Yakarta (Antara) – En medio de una desafiante dinámica económica global, el sector turístico en Indonesia muestra una resistencia significativa.
Uno de los motores impulsores de este sector turístico es una aldea turística, un modelo de desarrollo basado en la comunidad que no solo impulsa la economía local, sino que también preserva el patrimonio cultural y fortalece la identidad colectiva.
Tourism Village se ha convertido en una nueva cara del turismo indonesio inclusivo, sostenible y basado en la sabiduría local.
Es solo que, detrás de estos logros, existen desafíos fundamentales, a saber, la ausencia de estándares y clasificaciones estándar.
Sin un marco claro, muchas aldeas con un potencial extraordinario se ven obstaculizados en el desarrollo, atrapados en la etapa pionera, sin apoyar las direcciones de las políticas. De hecho, las aldeas turísticas tienen un papel estratégico en el desarrollo equitativo y el alivio de la pobreza.
Basado en el informe interno del Ministerio de Turismo, hasta ahora no hay una formulación definitiva con respecto a la clasificación de las aldeas turísticas. Por otro lado, los gerentes a nivel de base que actúan como actor clave, a menudo se enfrentan a la complejidad burocrática, sin una hoja de ruta coherente.
Por lo tanto, la estandarización ya no es solo una opción, sino un requisito previo absoluto para la sostenibilidad y la competitividad de la aldea turística.
Hasta principios de 2025, había más de 4,000 pueblos turísticos en la plataforma de la Red de Turismo Village (Jadesta), pero solo alrededor de 400 pueblos tenían clasificaciones claras como pueblos turísticos «desarrollados» o «independientes». El resto todavía están en la etapa «pionera» y «en desarrollo», que muestra la necesidad de una intervención política más sistemática.
El sector turístico, que está regulado en la ley número 10 de 2009, tiene un mandato como instrumento del bienestar de las personas equitativas, pero la ausencia de regulaciones derivadas de la ley sobre el turismo es uno de los principales obstáculos. Sin regulaciones de implementación integrales y sincrónicas entre los ministerios, el gerente de la aldea turística en el campo a menudo enfrenta burocracia compleja y soporte técnico mínimo.
Esta fragmentación de coordinación corre el riesgo de crear una brecha entre las aldeas turísticas y los objetos turísticos súper prioritarios que han recibido gran atención del gobierno.
Pueblo turístico superior
A pesar de enfrentar desafíos regulatorios, varias aldeas muestran una extraordinaria adaptabilidad e innovación.
Keciput Tourism Village en Belitung Regency es un ejemplo empírico de este éxito. Este pueblo no solo es conocido por su belleza natural, incluida la playa de Tanjung Kelayang y su estatus como Geopark Global de la UNESCO, sino también porque logró penetrar en las 50 Anugerah de la aldea turística de Indonesia (ADWI) 2024.
Este logro no es una coincidencia, sino el resultado de la gestión adaptativa que logró integrar varios elementos esenciales, que van desde el aumento de las capacidades de los recursos humanos, la diversificación de productos locales, como artesanías y culinarios, hasta la optimización del estado de áreas económicas especiales (KEK) de turismo.
El mapa de datos del pueblo de turismo de la provincia de Bangka Belitung en 2024 muestra una dinámica interesante.
Hay docenas de aldeas clasificadas como «pioneras», «desarrollando» y «adelante». Estos datos están en línea con el marco teórico propuesto en el proyecto de ley (proyecto de ley) de turismo.
El éxito de Burong Mandi Tourism Village, que ingresó a los 100 principales ADWI 2024, también proporcionó evidencia de que la diversificación de productos locales, como botes en miniatura y recuerdos de punto, podría ser una atracción principal significativa.
El papel de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) en este ecosistema es vital. Las MIPYME son los principales impulsores de la diversificación de productos y actividades turísticas, así como instrumentos para beneficios económicos equitativos.
Los datos de Kemenkop UKM muestran que más del 60 por ciento de las MIPYME en el sector turístico provienen de la aldea, con una contribución al PIB turístico que alcanza Rp150 billones en 2024. Los productos, como las artesanías culinarias tradicionales, las artesanías y las atracciones culturales son las principales atracciones que enriquecen la experiencia turística.
Por esta razón, las políticas que apoyan a las MIPYME deben fortalecerse. La simplificación de los procesos de licencia, la proporcionar incentivos basados en el rendimiento y la facilitación de asociaciones estratégicas con el sector privado pueden ser una solución concreta para fortalecer la competitividad de las aldeas turísticas.
Acción real
Respondiendo a los desafíos identificados, se deben tomar varios pasos estratégicos. Primero, la determinación de la nomenclatura y la estandarización de las aldeas turísticas debe priorizarse de inmediato.
El éxito de las aldeas, como los baños de Kickle y Burong, muestra que la estandarización debe funcionar como una guía, no una carga, para las aldeas que recién comienzan.
En segundo lugar, es necesario colaborar más de cerca entre el gobierno central, los gobiernos regionales y los gerentes de las aldeas.
La sincronización regulatoria, los programas de capacitación de recursos humanos diseñados específicamente según las necesidades locales y el acceso a la financiación que se realizan son muy esenciales.
Este es un punto crítico en el que la sinergia efectiva puede reducir la burocracia y crear un entorno propicio para el crecimiento.
Sin una acción real y coordinada, las promesas de turismo sostenible solo serán retórica, sin importantes impactos económicos, lo que permite que este potencial extraordinario no se trabaje de manera óptima.
Tercero, el uso de la tecnología debe optimizarse. El desarrollo de plataformas digitales integradas, como Tourism Village Network (Jadesta), puede facilitar la promoción, la gestión de reservas y la formación de asociación.
Cuarto, existe la necesidad de incentivos basados en el rendimiento para las aldeas que han logrado mejorar su estado. Por ejemplo, las aldeas que han logrado aumentar del nivel de «desarrollo» a «avanzado» pueden recibir incentivos fiscales o no fiscales como una forma de apreciación.
Con la implementación de estos pasos, no solo construiremos infraestructura turística, sino que también confirmemos la independencia económica, preservaremos la cultura y, al final, darnos cuenta de la visión de la nación para convertirse en una fuerza económica global, comenzando desde las unidades más pequeñas.
Este paso es una invitación para actuar, cambiar el potencial a la realidad y garantizar que cada aldea turística tenga apoyo proporcional y dirigido.
*) Rioberto Sidauruk es un observador de la industria del turismo, que actualmente se desempeña como experto en AKD DPR RI

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