Yakarta (ANTARA) – Muchas personas han experimentado el momento en que se miraron al espejo y vieron algo diferente en su rostro en forma de manchas marrones que antes no estaban allí.
Las manchas eran débiles al principio, pero poco a poco se hicieron más visibles. Con el tiempo, las manchas persisten y son difíciles de desaparecer a pesar de que se han probado diversos productos para el cuidado de la piel. Es en ese momento cuando algunas personas empiezan a preocuparse, a cuestionarse e incluso a perder la confianza en sí mismas.
Esta afección se conoce como melasma, una forma de hiperpigmentación que aparece con mayor frecuencia en la cara y es la más difícil de tratar.
Médicamente, el melasma se produce cuando la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel, aumenta excesivamente, tanto en la capa de la epidermis como en la de la dermis.
Gradualmente aparece en forma de manchas de color marrón a grisáceo, generalmente simétricas, y a menudo en las mejillas, la frente, el labio superior o el mentón.
La buena noticia es que el melasma no es peligroso ni contagioso. Sin embargo, otra noticia es que el melasma es muy fácil de reaparecer, por lo que suele ser una fuente de ansiedad a largo plazo para quienes lo padecen.
La piel parece estar dando una señal de que hay algo en el cuerpo o en el medio ambiente que está provocando una reacción excesiva en el pigmento.
Los factores desencadenantes del melasma son muy diversos. La exposición repetida e intensa a la luz solar es uno de los desencadenantes.
Los cambios hormonales, por ejemplo durante el embarazo o el uso de anticonceptivos hormonales, también juegan un papel importante. Además, los antecedentes genéticos, los traumatismos en la piel debido a irritación o ciertos procedimientos y el uso de ciertos medicamentos pueden aumentar el riesgo.
Los datos también muestran que el melasma no se distribuye uniformemente en todo el mundo. De acuerdo a Revista australiana de práctica generalen la región del sudeste asiático, se ha informado que la prevalencia alcanza incluso el 40 por ciento.
Esta cifra es muy superior a la media mundial y muy probablemente esté influenciada por el tipo de piel predominante. Fitzpatrick III-V así como la exposición constante a la luz solar tropical durante todo el año.
En otras palabras, esta zona sí tiene “condiciones biológicas y ambientales” que facilitan la aparición del melasma. No sólo por un cuidado inadecuado de la piel, sino por una compleja combinación de factores.
La Dra. Febrina, experta y dermatóloga en Pekanbaru con experiencia en el tratamiento de diversos casos de hiperpigmentación, opina que la sensibilidad de la piel a la pigmentación está realmente influenciada por hormonas y factores hereditarios.
Según él, los estrógenos y la progesterona pueden provocar un aumento de la pigmentación, por lo que el melasma aparece con mayor frecuencia durante el embarazo o en las usuarias de anticonceptivos hormonales. El riesgo también aumenta si hay antecedentes familiares de melasma, especialmente en tipos de piel de color bronceado a oscuro.
Esta comprensión es importante porque ayuda a la persona a ver que el melasma no es sólo un problema cosmético, sino que está directamente relacionado con los mecanismos del cuerpo.
Enfoque cauteloso
Clínicamente, el melasma aparece como parches de forma irregular, pueden ser de tamaño bastante grande y varían en color desde marrón claro hasta azulado.
La profundidad del pigmento determina el color de la piel y la respuesta a la terapia. Ésta es la razón por la que el tratamiento del melasma no se puede generalizar.
A diferencia de las cicatrices del acné u otras hiperpigmentaciones superficiales, el melasma requiere un enfoque más cuidadoso, mesurado y realista.
La consulta con un dermatólogo es un paso importante para poder determinar primero el tipo de melasma y la profundidad del pigmento.
En la práctica dermatológica, uno de los principales tratamientos para el melasma es la medicación despigmentante tópica. Ingredientes como la hidroquinona o la tretinoína se suelen utilizar bajo supervisión médica.
Para pieles sensibles, los médicos pueden recetar alternativas más suaves, como ácidos. azelaicoasam kójicoo vitamina C. El objetivo de la terapia no es sólo atenuar las manchas, sino también suprimir la actividad de la melanina sin provocar una nueva irritación.
Según la Dra. Tanya, el uso de medicamentos tópicos debe controlarse cuidadosamente, porque sobretratamiento en realidad podría empeorar la condición.
En algunos pacientes, la terapia tópica se combina con medidas clínicas como peeling químico Seleccionado según el tipo de piel y la profundidad del pigmento.
Para el melasma más profundo o rebelde, la terapia con láser puede ser una opción. Esta tecnología trabaja para apuntar al pigmento sin dañar el tejido circundante.
Sin embargo, el éxito del láser depende en gran medida de la evaluación inicial y el control postoperatorio. «La respuesta de cada persona es diferente. Algunos muestran mejoría después de varias sesiones, pero también hay quienes necesitan una combinación de terapia a largo plazo. Lo más importante es que la terapia se lleve a cabo de forma gradual y segura», dijo el Dr. Ask. El mensaje es simple pero crucial: el melasma no conoce atajos.
La importancia del protector solar
La protección solar sigue siendo la base principal. El protector solar no es sólo un complemento cosmético, sino una parte integral de la terapia.
Sin él, los resultados obtenidos a menudo vuelven a desvanecerse. El estilo de vida, la adherencia a la terapia y las expectativas realistas influyen en la determinación del éxito.
Lo que ocurre a menudo en la sociedad es un enfoque de prueba y error. Se probó producto tras producto, sin un diagnóstico claro. A veces hay una mejoría momentánea, luego aparecen irritación o manchas más oscuras.
De hecho, el melasma es una afección crónica que requiere un conocimiento profundo de qué tipo de melasma se tiene, qué desencadenantes tiene, qué terapias son seguras y el alcance de los resultados que se pueden lograr. Aquí es donde el papel de la educación se vuelve muy importante.
La Dra. Tanya Febrina, quien también es experta en el tratamiento del acné, aclaramiento de la piel y antienvejecimiento, enfatiza la importancia de tratar el melasma con un enfoque clínico sistemático y personalizado.
Lea también: Comprender la belleza en su conjunto: del cuidado de la piel a la lucha contra la estrechez del estigma de la belleza
Lea también: Expertos en estética comparten consejos para prevenir el envejecimiento prematuro manteniendo la barrera cutánea
También cree que priorizar los aspectos científicos en el tratamiento médico y la seguridad del paciente es una máxima prioridad. Además, cada piel tiene necesidades únicas que no deben tratarse de manera uniforme.
Lo que hay que tener en cuenta es que el melasma es una señal del cuerpo. Melasma invita a todos a comprender mejor las afecciones de la piel, a ser más críticos con la información que circula y a elegir más sabiamente la terapia.
Porque el melasma puede afectar la confianza en uno mismo, pero con el tratamiento adecuado y una actitud de aceptación, esta afección se puede controlar bien.
Lo que no es menos importante, la autoestima de una persona nunca viene determinada por si su color de piel es perfecto o no.
Una educación adecuada, asistencia médica competente y una actitud empoderadora pueden ayudar a cualquier persona a vivir la vida con más calma, incluso cuando la mancha permanece en el cristal.
Esta noticia fue publicada en Antaranews.com con el título: Melasma, molestas manchas en la cara y cómo tratarlas


:max_bytes(150000):strip_icc():focal(749x0:751x2)/Jarrod-Noll-122825-e362ff0df47d47ed90ebf797d3b9ad97.jpg?w=238&resize=238,178&ssl=1)