Yakarta (ANTARA) – Varios servicios críticos del hospital del distrito de Langsa Aceh han comenzado a funcionar nuevamente después de haber estado completamente paralizados debido a las inundaciones, y la recuperación se está llevando a cabo por etapas para garantizar que se sigan satisfaciendo las necesidades de emergencia de la comunidad.
El subdirector de Servicios del Hospital Regional Langsa de Erizal, confirmado desde Yakarta el miércoles, dijo que la Sala de Emergencias (IGD) fue el primer servicio en activarse, seguida por la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), la sala de partos, la sala de atención pediátrica y la sala de atención quirúrgica pediátrica.
La selección de instalaciones prioritarias, dijo, se llevó a cabo para mantener la continuidad en el manejo de casos de emergencia.
«Se pidió al equipo médico que trabajara en turnos para garantizar que los servicios siguieran funcionando. Aunque es limitado, el hospital todavía atiende a pacientes de emergencia», dijo.
Antes de abrir, cada habitación se somete a una limpieza intensiva y controles de seguridad, que van desde las condiciones eléctricas, los niveles de humedad hasta los restos de barro. Por el lado de RR.HH., se implementa un sistema de rotación para cubrir la escasez de personal y garantizar que los servicios funcionen las 24 horas.
El apoyo de médicos especialistas adicionales también fortalece los servicios. Sin embargo, dijo, aunque algunas habitaciones estaban activas, la mayoría de las áreas del hospital aún estaban en proceso de recuperación debido a daños generalizados y anegamiento.
«El hospital garantiza que la activación de las salas prioritarias no significa que los servicios se hayan restablecido por completo. Se sigue aconsejando a los pacientes que sigan las instrucciones de los funcionarios para evitar aglomeraciones excesivas. Todavía se están implementando ajustes de flujo para mantener la seguridad», dijo Erizal.
Paralelamente se está recuperando las salas de tratamiento. Muchas camas, colchones y equipos de cuidados quedaron sumergidos y hubo que limpiarlos o reclasificarlos. La limpieza se lleva a cabo en cooperación mutua entre enfermeras, equipos de saneamiento e IPSRS. Hasta esta tarde se han podido reutilizar unas cinco habitaciones con un total de 90 camas.
Según Erizal, cada habitación que vuelva a estar operativa es muy importante porque la necesidad de hospitalización aumenta una vez que retrocede la inundación. Muchos residentes sufrieron enfermedades posteriores al desastre, por lo que la demanda de tratamiento se disparó.
Están apuntando a espacios adicionales que seguirán pronto, aunque el proceso depende del nivel de daño de cada espacio. Al aumentar la capacidad de camas, se espera que las colas en las salas de emergencia disminuyan y los servicios de emergencia sean más estables.


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